Contexto social, económico y político del proceso electoral en los Estados Unidos.
En 2024, el proceso electoral en Estados Unidos es particularmente relevante por sus posibles consecuencias en las políticas internas y externas del país. Este año se caracteriza por el regreso de temas polarizadores y el desafío de una sociedad dividida.
Elecciones presidenciales de Estados Unidos (2024-2028).
Donald Trump - Kamala Harris.
Kamala Harris: Es una política progresista y abogada estadounidense. Miembro del partido Demócrata, es la 49 vicepresidenta de los Estados Unidos desde el 20 de enero de 2021 bajo la presidencia de Joe Biden.
Donald Trump: Es un empresario, personalidad televisiva y político conservador estadounidense. Miembro del partido republicano.
Nacido y criado en un barrio del distrito neoyorquino de Queens llamado Jamaica, Trump obtuvo el título de bachiller en economía en la universidad de Pennsylvania en 1968.
¿Que paso?
Trump se presentó con promesas de políticas migratorias estrictas, proteccionismo económico mediante aranceles y una reducción de las regulaciones ambientales. Sus seguidores consideraron que estas medidas benefician a las industrias estadounidenses y reforzarán la seguridad nacional, especialmente en regiones afectadas económicamente. Su campaña también aprovechó influyentes digitales para atraer a votantes jóvenes, en especial a hombres.
Harris propuso iniciativas progresistas en derechos civiles, salud y justicia económica, incluyendo medidas para proteger los derechos LGBTQ+ y planes de salud asequibles. Sus partidarios valoraron su enfoque en la diversidad y la igualdad de género, viéndola como una candidata histórica que aportaría una nueva perspectiva como la primera mujer, afroamericana y asiática en la presidencia. Sin embargo, algunos moderados y conservadores consideraron que sus políticas eran demasiado progresistas, cuestionando el impacto fiscal de sus propuestas. Además, surgieron preocupaciones sobre su capacidad para conectar con votantes centrados en temas económicos y para competir en áreas tradicionalmente conservadoras.
En general, las fortalezas y debilidades de cada candidato reflejaron visiones opuestas sobre el futuro de EE.UU., dejando a los votantes divididos en temas como justicia social, política económica y seguridad nacional.
Propuestas de Trump.
Trump prometió implementar y endurecer políticas migratorias, enfocándose en medidas restrictivas y de control fronterizo. Una de sus promesas principales fue deportar a millones de inmigrantes indocumentados, así como construir más barreras físicas en la frontera con México. Además, propuso reducir los beneficios para inmigrantes y reforzar el uso de agencias federales para aplicar las leyes migratorias. Para sus seguidores, estas propuestas eran vistas como una forma de fortalecer la seguridad nacional y proteger empleos estadounidenses, aunque los críticos argumentaron que podían aumentar la tensión social y económica en las comunidades inmigrantes.
Propuestas de Harris.
Kamala Harris, por el contrario, adoptó una postura más inclusiva, abogando por reformas que promovieron la regularización de inmigrantes y la reunificación familiar. Propuso crear vías legales para que los inmigrantes indocumentados obtuvieron la ciudadanía, especialmente aquellos que llegaron siendo niños (los llamados "Dreamers"). Harris también apoyó iniciativas para mejorar las condiciones laborales de los inmigrantes y asegurar que sus derechos laborales y humanos fueran respetados. Su enfoque fue criticado por algunos sectores conservadores, quienes temían que políticas más abiertas pudieran incrementar la inmigración irregular. Sin embargo, para sus partidarios, estas propuestas eran vistas como necesarias para crear un sistema migratorio justo y humano.
Las propuestas migratorias de Donald Trump y Kamala Harris reflejan tanto sus diferencias ideológicas como las prioridades de sus partidos en respuesta a los desafíos que enfrenta Estados Unidos en este ámbito.
¿porque paso?
Para Trump:su postura firme sobre la migración ha sido consistente con su enfoque de "Estados Unidos primero" y con sus esfuerzos de proteger lo que él y sus partidarios consideran los intereses de seguridad y laborales de los estadounidenses. Trump y sus seguidores creen que las políticas restrictivas en la frontera y las deportaciones ayudan a reducir el crimen y a proteger el mercado laboral, donde argumentan que los inmigrantes indocumentados pueden competir de forma injusta con ciudadanos y residentes legales. Estos puntos de vista responden a un electorado preocupado por la seguridad nacional y el impacto de la inmigración en la economía estadounidense.
Para Harris: su enfoque está impulsado por una perspectiva de derechos humanos y justicia social, con el objetivo de humanizar el sistema migratorio y proporcionar estabilidad a millones de personas que contribuyen a la economía y cultura de EE.UU. Muchos de sus partidarios consideran que el sistema actual es demasiado punitivo y no refleja los valores de una nación que históricamente ha acogido a inmigrantes. Harris ha propuesto reformas que permitirían a inmigrantes indocumentados regularizar su estatus y, en ciertos casos, acceder a la ciudadanía, promoviendo así la inclusión y el respeto a los derechos humanos en el proceso migratorio.
Ambas posturas surgen de diferentes concepciones de seguridad, economía y derechos, reflejando no solo preferencias políticas, sino también cómo sus candidatos ven el papel de EE.UU. en temas migratorios a nivel global.
¿Como paso?
La elección de propuestas tan diferentes en temas migratorios entre Donald Trump y Kamala Harris se debe a varios factores, entre ellos las posturas ideológicas de cada partido, la percepción pública sobre la inmigración y la estrategia para atraer votantes clave.
Ideologías partidarias.
Los republicanos, el partido de Trump, generalmente promueven políticas de inmigración más restrictivas. La base republicana tiende a valorar la seguridad fronteriza y a ver la inmigración ilegal como una amenaza a los empleos de estadounidenses y a la seguridad nacional. Trump ha utilizado esta preocupación para reforzar su imagen de líder fuerte en seguridad nacional y para conectar con votantes preocupados por el impacto de la inmigración en sus comunidades.
Derechos humanos y justicia social.
Los demócratas, representados por Harris en esta elección, ven la inmigración desde un enfoque de derechos humanos y justicia social. Su postura se alinea con los valores de inclusión y diversidad que promueve el partido, así como con la defensa de derechos para aquellos que ya están en el país y contribuyen a su economía. Harris, al abogar por reformas y caminos hacia la ciudadanía, responde a las demandas de comunidades inmigrantes y progresistas que consideran que el sistema actual es injusto y necesita una reforma humanitaria.
Estrategias electorales.
Ambos candidatos han dirigido sus políticas migratorias a públicos específicos. Trump busca asegurar el apoyo de su base conservadora y nacionalista, mientras que Harris se dirige a votantes latinos, afroamericanos y jóvenes que favorecen políticas inclusivas. Estas estrategias reflejan la necesidad de captar a los votantes en estados clave donde la demografía es diversa y el voto de las comunidades migrantes puede ser determinante para ganar.
¿Que pasara?
En el posible nuevo mandato de Donald Trump entre 2024 y 2028, su enfoque en las políticas económicas, migratorias y sociales está previsto que siga líneas similares a las de su primer mandato, pero con algunas promesas nuevas y más radicales en ciertos temas clave.
Política Económica.
Trump ha propuesto aranceles más altos y una reducción de impuestos en varios sectores para impulsar la manufactura en EE.UU. Específicamente, ha mencionado un arancel del 20% a los productos importados y hasta un 60% en las importaciones de China. Planea incentivar la producción nacional reduciendo el impuesto corporativo al 15% para las empresas manufactureras estadounidenses. En cuanto al comercio internacional, ha manifestado su intención de disminuir la dependencia de China y de promover políticas que prioricen la producción en EE.UU.
Sin embargo, algunos economistas creen que estas tarifas elevadas podrían incrementar los costos para las familias estadounidenses y frenar el consumo interno, además de potencialmente dañar relaciones comerciales con países clave.
Política Migratoria.
Trump ha prometido implementar la mayor operación de deportación en la historia de EE.UU., basándose en una ley de 1798, el Acta de Enemigos Extranjeros, para detener y deportar inmigrantes sin documentos legales. Ha propuesto también eliminar el programa DACA, que protege a ciertos jóvenes indocumentados de la deportación, y limitar los permisos de trabajo para personas en situación irregular. Además, se plantea dificultar el acceso a programas de asistencia pública para inmigrantes indocumentados.
Impacto Social.
En el ámbito social, Trump se ha comprometido a revertir políticas de inclusión y diversidad en el gobierno y limitar los derechos LGBTQ+. Quiere revocar protecciones federales contra la discriminación basada en identidad de género y restringir el acceso de personas trans a ciertos servicios y espacios. Estas políticas podrían tener un impacto directo en los derechos civiles y el acceso a servicios para ciertos grupos, generando tensiones sociales y posibles desafíos legales.
En resumen, el gobierno de Trump podría tener un enfoque fuerte en la economía nacionalista y políticas migratorias restrictivas, con un impacto significativo en las relaciones sociales y diplomáticas de EE.UU.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Donald Trump ha mencionado en varias ocasiones que, de ganar las elecciones, buscaría resolver el conflicto rápidamente mediante un acuerdo negociado entre Ucrania y Rusia. Aunque no ha dado detalles específicos sobre cómo lograría un acuerdo en “24 horas” después de asumir la presidencia, ha enfatizado que tiene buenas relaciones con ambos presidentes, Volodymyr Zelensky y Vladimir Putin, lo que, según él, facilitaría las negociaciones. Trump ha mostrado una posición de evitar un respaldo absoluto a Ucrania, enfocados en terminar el conflicto de manera favorable para ambas partes. Esto contrasta con la administración de Biden, que ha otorgado amplios recursos económicos y militares para apoyar a Ucrania sin presionar por una resolución negociada rápida.
La postura de Trump es criticada por quienes ven su falta de apoyo directo a una “victoria” ucraniana como una señal de mayor permisividad hacia Rusia. También ha suscitado reacciones de funcionarios ucranianos que esperan un apoyo más firme de Estados Unidos para lograr la retirada de las fuerzas rusas y preservar la soberanía de Ucrania.
Trump y algunos de sus seguidores republicanos han cuestionado el costo y los intereses de EE. UU. en el conflicto, argumentando que deberían priorizarse los problemas domésticos.
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